6. Principio pedagógico de la creación
Imagínate por un momento que eres arquitecta (si ya lo eres puedes imaginarte que eres pintora o diseñadora de moda, por ejemplo)
¿Cuáles serían los pasos previos que tendrías que dar para lograr ver uno de tus edificios construidos?
En primer lugar tendrías que tener una idea, crearte una imagen más o menos detallada en tu cabeza de cómo te gustaría que fuera ese edificio.
En segundo lugar harías un boceto de tu idea, preferiblemente a mano alzada para estimular en mayor medida tu hemisferio derecho del cerebro.
Una vez volcada tu idea en papel, llegaría el momento de diseñar todos los planos que permitieran la construcción de tu idea, de tu boceto.
Ese proyecto probablemente caería en manos de alguna empresa constructora que se encargaría de levantarlo desde los cimientos hasta el último detalle interior con esmerada dedicación.
Hasta que finalmente, unos cuantos meses o años después de aquella idea podrías ver tu edificio hecho realidad. Podrías tocarlo, caminar por sus espacios, habitarlo.
Y de esta manera tan sencilla, te presento nuestro sexto principio pedagógico, el principio de la creación.
Existe una Ley Universal que dice que todo se crea 2 veces, la primera en la mente y la segunda en el mundo material. Que todo lo visible surge desde lo invisible. Ah, ¿qué tú elegiste ser diseñadora de moda? ¿Qué tuviste que hacer para finalmente poder lucir ese precioso vestido de noche con el que llevabas meses fantaseando?
Así como el arquitecto imagina su edificio o la diseñadora de moda sueña con presentar uno de sus vestidos en la Cibeles Fashion Week, tú también puedes sacarle partido a este principio universal.
¿Cuál es tu sueño?
¿Cuál es tu sueño? ¿Qué te gustaría conseguir en la vida? ¿Qué te hace feliz?
Sea cual sea tu objetivo, el primer paso es dibujarlo en tu mente, imaginarlo, darle vueltas y más vueltas hasta que no puedas resistir la tentación de empezar a dar los pasos que te acerquen a él.
Porque de la misma manera que para construir el edificio del arquitecto hacen falta planos, personas y materiales de construcción, para alcanzar tu objetivo es necesario que empieces cuanto antes a avanzar hacia él.
No dejes que se quede solo en una idea, atrévete a diseñar tu propio edificio o ese vestido de noche de ensueño y rodéate de aquellas personas y “materiales” que te pueden ayudar a que un día puedas habitar tu propio edificio o lucir tu propio vestido.