3. Principio pedagógico de la coherencia
¿Alguna vez te has preguntado por qué los niños siempre están felices? ¿Por qué nunca se preocupan de lo que pasará mañana o de dónde estarán dentro de un rato?
La respuesta se reduce a una única palabra: coherencia.
Todos nacemos en coherencia, con plena consciencia del aquí y el ahora, conectados con nuestra emoción y con nuestro cuerpo. Somos capaces de pensar, sentir y hacer en la misma dirección de manera totalmente inconsciente. No enjuiciamos, no analizamos, no valoramos pros y contras. Simplemente nos dejamos llevar y actuamos.
¿Y qué es lo que conseguimos con esta manera de vivir?
FELICIDAD (nada más y nada menos)
Los años pasan y nos hacemos adultos…¡cuánta responsabilidad! Poco a poco vamos desconectando de nuestro cuerpo y de nuestras emociones. Ese gran ordenador de a bordo que todos traemos de serie toma el control…¡qué a nadie se le ocurra tomar una decisión sin elaborar en primer lugar una lista de pros y contras!
Empezamos a juzgar, a criticar, a darle mil vueltas a todo, el miedo nos paraliza en muchas ocasiones y nos impide avanzar en la vida. Quedamos anclados a nuestra rutina, a nuestras creencias, ya no hay nada nuevo ahí fuera que nos mueva, nada que aprender.
GAME OVER
¿O no? ¿Qué pasaría si nos permitiéramos equivocarnos más a menudo? ¿Volver a mirar el mundo con los ojos de un niño? ¿Hacer aquello que nunca nos hemos atrevido a hacer?
Quizás te darías cuenta de que todavía tienes muchas cosas por aprender, muchas experiencias por vivir, muchos sueños por cumplir. A lo mejor te darías cuenta de que no eres sólo un ordenador de a bordo. Quizás te darías cuenta de que lo único que tienes y que es real es el aquí y el ahora. Y quizás entonces, volverías a vivir en coherencia con tu mente y con tu corazón, como cuando eras niño, y alcanzarías más fácilmente la FELICIDAD.